CAPÍTULO DE AGRADECIMIENTOS
Hay tantos a los que agradecer tanto, que es una tarea cuasi inabarcable. La Agenda ha sido, en todos los casos, una tarea colectiva, compartida y concelebrada. En su conjunto, sus veintiocho ediciones constituyen un homenaje a la Tau- romaquia. Escritores y artistas de todas las hechuras, de todas las tendencias, han hecho posible este inmenso brindis al arte de torear y a la literatura, y las artes que desde él y sobre él se generan. Llevo años diciendo que esto se acaba, es inevitable que suceda. Me alegro ahora de que decirlo haya suscitado sonrisas de incredulidad, porque han sido un estí- mulo, una invitacióna que siguiéramos tratando de conciliar el deseo con el esfuerzo. En el 25 aniversario parecía llegado el momento; se había alcanzado una cifra suficiente para la compleción del recorrido. No obstante, abordamos pronto la tarea de hacer una más -la última; de verdad, la última- y dedicársela a S.M. EI Rey Juan Carlos I, cuya presencia en las Plazas de Toros no es protocolaria, escribíamos entonces. A poco de publicarse la Agenda del año 2020, que también acogía una cifra redonda, se detectaba un virus desconocido que ha hecho un daño terrible, irreparable. No debiéramos irnos -me dije- sin homenajeara las víctimas del mundo del toro y publicitar los efectos del mal causado a la Tauromaquia. Por eso nos pusimos a elaborar una nueva agenda, la del año 2021: la agenda de nuestro dolor y solidaridad con las nu- merosas víctimas habidas. Faltaba, para rematar bellamente la faena, acudir a las artes, a todas las artes que inciden en el arte del toreo. Desde la literatura, desde la música, desde la pintura, la escultura, la fotografia y el cine, hasta la com- plicidad y concierto de todas las formas de expresión artística que confluyen en el arte supremo del toreo. Porque en la puesta en escena que se produce en la arena, hay verdad; se muere de verdad. De eso se trata ahora, en la Agenda 2022, de actualizar recordando y sintiendo en lo hondo de nuestros corazones, a los que se nos han ido para siempre.
Nobleza obliga a destacar la gratitud debida a Guillermo Hita, Alcalde de la muy taurina y madrileňa ciudad de Ar- ganda del Rey, cuya colaboración y proximidad han sido esenciales. Al gran José María Álvarez del Manzano, solicito y brillante, que estuvo a nuestro lado desde que conoció la Agenda primera, la de 1995, cuando presidía el Consistorio capital de España. Y a mis colaboradores, Alberto Pérez de Vargas y Julián Agulla, cuya generosidad sólo puede ser comparada con su amistad y disponibilidad, y con la calidad de su ayuda, incondicional e inmediata.
Y aún más, nuestro reconocimiento a Koldo Larrea, al Grupo MT de Baeza (Jaén), Manuel Torres, Creative XML, Gráficas Cofás (Juan Bris y Raúl Muñoz) y Encuadernación sucesores de Felipe Méndez. Sin todos ellos no habría sido posible culminar el esfuerzo de esta nueva y última edición.